Finalmente, y una vez revisadas las cuentas, no se encontró solución, y el club blanquiverde terminó desapareciendo. Otras selecciones como Inglaterra, Bélgica, Países Bajos o Japón, cuyos gobiernos también son monarquías, no llevan los escudos de sus formas de gobierno en las camisetas de sus selecciones de fútbol llevan los de la federación deportiva. De ese modo, en agosto de 1933, su Junta Directiva se vio en la tesitura de pagar lo que debía o, por lo contrario, tomar una decisión más drástica como abandonar la actividad.