Sin duda, una de las elásticas más bonitas que se recuerdan en esta década. Argentina vistió de azul oscuro, impecable para una gran cita con la historia: la final del Mundial de Brasil de 2014. La elástica sirvió para secar las lágrimas de Messi y el resto de sus compañeros, que vieron como se les escapaba el título en la prórroga ante Alemania. La segunda equipación del combinado albiceleste trae recuerdos muy amargos para una nación entera.